martes, 20 de diciembre de 2022

 Derechos Humanos

En contra de la memoria saturada. Otros soportes para un monumento


Marcela Paravano

GEAP-Argentina



Pérgola de las sombras es una obra realizada por Andrés Garavelli (2007) en chapa de hierro calada con cortadora de chapa digital y bancos de cemento. 

Está dedicada a tres estudiantes y una docente desaparecidos durante la última dictadura militar en nuestro país. Ubicada en la Plaza de la Escuela de Educación Técnica N° 3 Politécnico de Berazategui, se inauguró el 23 de noviembre de 2011 colocando una placa recordatoria de Carlos Hugo Blanco, Carlos José San Martín, Alejandro Luis Estigarría desaparecidos en 1977 y Lucía Swica asesinada el 18 de mayo de 1978. Se trata de una pérgola de metal bajo la cual es posible transitar o sentarse y experimentar cómo las siluetas de los rostros de los desaparecidos proyectan su sombra sobre las superficies de la plaza. El techo de chapa calada filtra la luz solar dibujando las “presencias-ausentes” que aparecen y desaparecen según la posición del sol. Volver legible un acontecimiento histórico requiere recorrer toda la complejidad y singularidad de los hechos tantas veces como sea necesario para no olvidar. Lo interesante de este monumento es su sujeción al estado de la luz solar, que hace de las siluetas una imagen móvil, subyacente o nítida de acuerdo con la luminosidad del día. La luz solar se transforma en elemento indispensable para completar la obra y hacer recordar, en su vaivén, los hechos que no deben repetirse en la historia. Dice su autor: “Estas sombras, en realidad, son la obra en sí misma”. La Pérgola-monumento trastoca los soportes y formatos clásicos del arte público y en su estrategia impensada de Pérgola-memorial, actúa como reaseguro para que la memoria no se sature y deje de ser eficaz en el cumplimiento de su ritual.



Foto 1.  Pérgola de las sombras. Foto Andrés Garavelli, 2007. 




Foto 2. Detalle. Pérgola de las sombras. Foto Andrés Garavelli, 2007




Foto 3. Detalle. Pérgola de las sombras. Foto Andrés Garavelli, 2007


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